Tras los datos del segundo semestre, economistas miran con cautela la marcha de China
Actividad del gigante asiático no alcanzaría la meta de crecer 5% afectada por el sector inmobiliario y la demanda.
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En lo que va del segundo semestre, China ha exhibido datos económicos que dan cuenta de un escenario peor de lo esperado. El Banco Popular de China redujo la tasa de sus préstamos a un año en 15 puntos básicos hasta 2,5%, lo que implicó el mayor recorte desde 2020, mientras que la caída en la inflación muestra que el consumo no se ha recuperado desde la pandemia y el cierre del gigante asiático.
Mientras que el gobierno chino estima que la economía tendrá una expansión de su Producto Interno Bruto (PIB) cercano al 5% durante este año, varios economistas empiezan a hacer sus reajustes de expectativas.
Desde BICE Inversiones, Sebastián Senzacqua, gerente de economía y estrategia, apunta a que en 2023 la actividad crecería 4,8%, principalmente por el comportamiento de la demanda interna y por un frente externo más moderado.
Acerca de si alcanzaría la meta del gobierno chino, el economista explica que dada la evolución de la data en el margen por el lado de las colocaciones, ventas del comercio y producción industrial, “la situación está más compleja de alcanzar”. Al mismo tiempo, que las autoridades “han estado reacias a aplicar nuevos estímulos de manera más transversal entre sectores, procurando solamente a proveer liquidez al sistema financiero para mantener estable el sistema”.
Lorena Palomeque, economista de Banco Santander, tiene una perspectiva un poco más pesimista y mantiene su estimación de principios de año de una expansión de 4,5% del PIB chino, “dada la fragilidad e incertidumbre que continúa en el sector inmobiliario y la desaceleración de la demanda interna”.
Agrega que, hasta el momento, los anuncios de estímulo por parte de las autoridades chinas “parecen ser insuficientes para impulsar la actividad”.
Efecto de la tasa
Arturo Claro, economista de Econsult, prevé un incremento de la economía china entre 4,8% y 5%, explicado por el riesgo de recesión del mercado inmobiliario, la débil demanda interna y baja confianza de los consumidores.
“El crecimiento final dependerá de qué tan efectivas sean las medidas implementadas por el gobierno para reactivar la economía”, dice y apunta a que si bien ya comenzó la baja de la tasa de interés, “su efecto puede resultar acotado”.
El mejor panorama lo ve Sebastián Ronda, economista de Altafid, quien estima que China crecería 5,1%, por sobre la meta. No obstante, advierte un “sesgo negativo importante”, ya que está segunda mitad del año recortó su prevención desde el 5,5%.
Además, indica que uno de los principales riesgos es el sector inmobiliario, con bajas en inversión y construcción, y el mercado laboral, que marcó un 20% de desempleo juvenil.
Por el contrario, destaca como factores positivos la inversión en manufactura e infraestructura.